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Desarrollo.

Psicología Jurídica y Diseño Curricular

Lenin Mendieta Toledo

a psicología aplicada al campo de las ciencias jurídicas, se ha constituido en la columna vertebral del entramado legal en los juzgados de muchos países, desde una visión holística, pedagógica y científica, se hace necesario la incorporación de la asignatura de psicología jurídica en las aulas universitarias de grado y posgrado, para que el abogado o futuro abogado, posea competencias básicas del componente teórico del

L

comportamiento humano al momento de cometer un delito, es por ello que desde el diseño curricular y de manera concomitante se debe trabajar desde la interdisciplinariedad  compuesta por el abogado y psicólogo, para diseñar la asignatura de manera que el estudiante se empodere del objeto desde la metacognición.

 

Palabras claves: psicología jurídica, diseño curricular, enseñanza, aprendizaje, educación.

Resumen.

Artículos y Ensayos

Diversus Nexus

Vol. 1

Índice

  La psicología jurídica, vista desde un enfoque investigativo,  humanista y a la vez científico, forma parte imprescindible en la resolución de los procesos de orden jurídico; en la construcción epistemológica del objeto de estudio, no se puede menguar el aporte que esta ciencia novel está brindando en la resolución de conflictos y la toma de decisiones, que permitan una diáfana y oportuna intervención.

   La Psicología, aporta al campo del derecho, con sustentos cada vez más sólidos la manera en que el individuo interactúa con el medio social, mediante procesos psíquicos, cognitivos y relacionales que determinan el comportamiento del sujeto, frente a la sociedad y en el caso que nos embarga, frente al sistema jurídico, que hasta hace poco estaba viciado de vacíos científicos que permitieran entender el acto del sujeto desde un enfoque psicológico; así, las decisiones en la actualidad están basadas en la conducta del sujeto y las patologías que se ponen de manifiesto al infringir una ley.

Clore, G y Collins, A, (2006)[1], citan.

 

La Psicología, como disciplina científica, contribuye al campo del derecho, con paradigmas y modelos que explican la manera en que el individuo interactúa con el medio social, mediante procesos cognoscitivos, emocionales y relacionales que determinan su comportamiento, en este caso, frente al sistema jurídico, éste a su vez cumple una doble función, por un lado, sus decisiones afectan los individuos que están bajo el mismo, y por el otro, es objeto de creencias, intenciones, motivaciones y actitudes.

   Si bien es cierto que la Psicología es una disciplina que permite conocer los trastornos de personalidad del individuo, ésta aplicada en el ámbito legal, coadyuva a que se consideren las características que son propias de cada persona para su desenvolvimiento en la sociedad cuando se está investigando un delito, a fin de establecer si dicho acto fue cometido con voluntad y consciencia o es a causa de algún trastorno o patología.

  Esta disciplina, permite que el  investigador establezca aquellos aspectos cognitivos y emocionales que le conllevaron a la persona a cometer la infracción, ello se logra mediante la utilización de métodos que son utilizados dentro de la psicología a fin de establecer dichos trastornos o patologías.

  Además, tiene especial importancia en la sociedad, por estar enfocada a orientar y dar soluciones a los cuestionamientos psicológicos que surgen en el ámbito del derecho, presta apoyo teórico-técnico, dentro y fuera de los juzgados, mediación extra judicial en los juzgados de familia y trabajo y más.

  La Psicología Jurídica posee conocimientos jurídicos dentro del campo del Derecho, los mismos que permite conocer el comportamiento de las personas que se encuentran en conflictos con la ley, ya que ésta se encarga del estudio, explicación, evaluación y tratamiento de los fenómenos psicológicos de dichas personas que se ven envuelta en problemas jurídicos.

   Evolución histórica de la psicología jurídica.

 

  Es una tarea ineludible para cualquier estudioso de las ciencias jurídicas, establecer el vector histórico que ha seguido esta disciplina, puntualizando sus momentos y tiempos. El origen es reciente, sin embargo en la antigüedad se empleada el estudio del comportamiento, para valorar al sujeto juzgado, para dictar sentencia y solución a un problema.

  Urra, J. (2002). Hace referencia de manera cronológica al surgimiento de  la Psicología Jurídica dentro de la sociedad, manifiesta que en el siglo XVIII en Alemania, aflora la necesidad de la Psicología para la práctica judicial. Asimismo, en el mismo tiempo se origina el Derecho y el “sentimiento jurídico” en Italia.

   En el Siglo XIX se ratifica la necesidad de Ciencias Sociales que apoyen y ayuden a la actividad judicial. En Múnich (1896), A. V. Schrenck testificó en un juicio acerca de un hombre acusado del asesinato de tres mujeres; se habían producido noticias en la prensa sensacionalista sobre los asesinatos en los meses precedentes al juicio y Schrenck “opinó” que esta publicidad previa, a través de un proceso de sugestión, probablemente condujo a numerosos testigos a una falsificación memorística retroactiva. (Urra, 2002).

   Avanzando hacia el Siglo XX, entra en escena, la  psicología judicial. Asimismo, Watson, en EE.UU, señala los objetivos comunes juristas y psicólogos. También Münsterberg difunde el interés por la materia en particular sobre los trabajos empíricos de la testificación, tras sus controvertidas publicaciones. En 1911 se inician las testificaciones de los psicólogos: en Bélgica, la valoración de la fiabilidad de los testimonios de niños de 8 y 10 años; en EE.UU., un proceso civil basado en los estudios de tiempo de reacción: se trataba de averiguar, en el descarrilamiento de un tren, el efecto del alcohol en el estado mental del conductor.

  En síntesis, se establece que, al inicio del siglo XX no existía diferenciación entre psicología forense y jurídica, ambas se referían al uso de la psicología en la práctica judicial. Nace lapsicología criminal, que estudia a la persona que comete el delito; asimismo, brota la psicología del testimonio (percepción, memoria...); y, por último, la psicología del juzgador (jueces, fiscales, etc.). Posteriormente, el desarrollo de la psicología aplicada al ámbito judicial va discriminando entre psicología forense y psicología jurídica; la primera, más individual y aplicada; la segunda, colectiva y teórica.

   Las décadas de los treinta y cuarenta, son calificadas por Loh como “de psicologismo jurídico”, pues los juristas valoran más la interpretación y aplicación que la propia Ley. Las dos guerras precipitaron programas de test masivos y dieron lugar al nacimiento de los “Armyalpha”. La mayoría de los psicólogos empleados como clínicos, que servían al sistema legal, trabajaban exclusivamente como “psicómetras”.

    En la década de los cuarenta, los psicólogos influyeron en la presentación de estudios relevantes en los ámbitos de: La influencia de la publicidad en los juicios; efectos de la pornografía en adolescentes; efectos de ciertas prácticas educativas en los niños; efectos de la publicidad en comunidades. Las Cortes de Apelación comenzaron a apoyar la utilización de psicólogos cualificados en materia de“responsabilidad” para la conducta criminal.

    Caminando a la década de los cincuenta, los psicólogos se incorporan a testificar como expertos. Esta década es denominada por Loh como “de Psicología Forense” o “psicólogos en el estrado”. Algunos autores plantean que el Derecho debe incorporarse a las Ciencias Sociales. Además prolifera la literatura psicológica sobre aspectos legales yse afianza la psicología clínica.

   La psicología criminal centra su interés en aspectos psicológicos tales como personalidad, imputabilidad, estados emocionales, etc., alejándose de los propiamente patológicos. Las concepciones de Lombroso pierden vigencia y credibilidad ante el impulso de las teorías sociales sobre desviación social como fuente etiológica del delito. El psicólogo es llamado como experto a las Salas de Justicia para casos penales y civiles en los que se discuten aspectos sociales y políticos (segregación escolar, por ejemplo). Investiga y testifica en el debate.

   En los años sesenta (que Loh denomina como “de la investigación en la Justicia Procesal”), se desarrolla la Psicología Social, que influye en los temas de criminalidad, desorden social, violencia, etcétera. Desde la psicología experimental se desarrolla un amplio bagaje empírico y teórico sobre campos muy diferentes: análisis del funcionamiento del Jurado, estudio de procesos y procedimientos judiciales, traducción a lenguaje empírico de los conceptos del Derecho, etc.

   En los años setenta (Loh califica esta década como “del resurgimiento y la consolidación de la Psicología Judicial”), la psicología forense alcanza su mayoría de edad. Se multiplican las publicaciones. Se desarrolla la psicología de la testificación, que analiza la fiabilidad de los informes de los testigos, tipos de interrogatorios e influencia de los mismos, sistemas policiales, testificación infantil, etc. A finales de la década se realizan valoraciones empíricas de los juicios mediante jurado y sobre el papel del psicólogo como testigo experto. Se lleva a efecto una psicología de corte marcadamente aplicado, centrándose primordialmente en los procesos judiciales penales.

   En los años ochenta, denominados como “de institucionalización de la Psicología Judicial”, nace gran número de colectivos que se asocian de forma académica o profesional. Asimismo, aparecen publicados numerosos libros y se editan nuevas revistas especializadas en esta temática. Acontece el reconocimiento oficial de la psicología jurídica, desde la perspectiva de la valoración científica como área especializada de la psicología, con la consecuente formación académica (bien en la rama de la psicología, bien desde la formación del propio desarrollo curricular del Derecho). Igualmente, se integra en las estructuras administrativas y oficiales donde se realiza la práctica legal, ya no de una forma individual y esporádica, sino como cuerpo y/o colectivo que incide en la política y las decisiones legales.

   En los años noventa se pone en marcha el turno de psicólogos para la valoración de idoneidad en la adopción internacional. La psicología militar es empleada en misiones de paz por los ejércitos (Bosnia; Herzegovina). Asimismo, los psicólogos militares cada vez son más utilizados en las peritaciones realizadas en los Tribunales Médicos.

   Desde que la psicología ha comenzado un acercamiento al universo legal y del Derecho a través de los que hoy conocemos como Psicología Jurídica, ha existido un considerable debate entre psicólogo y profesionales o teóricos del Derecho, en relación a qué es, qué estudia, cuál es el método de trabajo más apropiado y qué papel debe cumplir la psicología en su relación con la ley, el sistema de justicia y el Derecho. Soria, (1998), citado por Cárcamo y Julio (2003).

   La Psicología Jurídica como se puede evidenciar desde su nacimiento ha sido utilizado dentro del campo legal, la misma que ha ido evolucionando con el pasar de los tiempo, esta evolución va encajada de acuerdo a las necesidades de la sociedad ya que conlleva a la administración de Justicia esclarecer los actos delictivos cometido por el ser humano.

    Definición

   Existen muchas definiciones sobre el tema estudiado, para poder establecer una coyuntura entre ellos, se debe realizar un estudio bibliográfico de las diferentes definiciones que sobre psicología jurídica se han vertido, para ello Maguire(2004), cita “la Psicología Forense, se restringe más a la acción de proveer evidencia que facilite una decisión judicial”.[2]

    La psicología jurídica abarca dos campos, uno amplio que incluye todos los ámbitos psicológicos relacionados con el campo de la Ley de del Derecho; y otro más acotado, que para distinguirla de la anterior sería conveniente llamarla Psicología Judicial y que Bernal Ovejero[3] la define como “la aplicación de la psicología social que estudia los comportamientos psicosociales de las personas o grupos relacionados, establecidos y controlados por el derecho en sus diversas vertientes, así como aquellos procesos psicosociales que facilitan los actos y las regulaciones jurídicas”.

   Garrido y Herrero (2006), citado por Bernal Overo, emite una definición muy peculiar jurídica  “trata de los supuestos psicológicos en que se fundamentan las leyes y quienes las aplican, bien sean juristas bien psicólogos, con el fin de explicar, predecir e intervenir”,  se refiere claro está a la psicología judicial, de tal manera que, campos como los de la psicología criminológica, la psicología policial o la psicología forense, aun siendo símiles, no pretendan ser parte de ésta.

   Arrimándose a la vera de una definición operativa, se afirma que es una disciplina que estudia temas de testificación, jurados, conducta legal y magistrados, disuasión y sentencias judiciales, delincuencia infanto-juvenil, sistema pena, ley y psicología, mediación y negociación en sistemas judiciales, procedimientos judiciales, etc. No ocurre igual cuando se arrima a la vera de una definición intencional, que estudia el comportamiento de los sujetos y de los grupos sociales, y, la necesidad de desenvolverse en un ambiente social determinado y regulado jurídicamente, con sus ajustes dialecticos perfectibles con el transcurrir de los tiempos.

   Ovalle, Aravena y Duarte, (2005), sobre la Psicología Jurídica citan. “área de trabajo e investigación psicológica especializada cuyo objeto es el estudio del comportamiento de los actores jurídicos en el ámbito del Derecho, la Ley y la Justicia. Reconocida por asociaciones y organizaciones de nivel internacional”.[4]

   La Psicología jurídica trata de aplicar los métodos psicológicos dentro del derecho a fin de que se pueda establecer las causas que le conlleva al ser humano a actuar de manera contraria a la Ley, a fin de determinar esta conducta mediante técnicas que se utilizan dentro de la Psicología, lo que se concluye es que existe la unión entre dos ciencias que son la Psicología y el Derecho. [5]

    En definitiva, la psicología jurídica, trata de comprender y dar explicación de porqué, actuó de manera determinada y alejada del acto legal, el sujeto cuestionado por la acción de delinquir, determinando de manera subjetiva, el pen­samiento, el sentimiento, y la conducta de los sujetos, están influenciados por la presencia real, imaginada o implícita de otros, que de forma im­perceptible se deslizan al aná­lisis de los procesos cognitivos y de los pro­cesos sociales que explican los pensamientos, sentimientos y formas de conducta del sujeto.

   Importancia

  La psicología jurídica tiene diversos ámbitos de aplicación al derecho penal que se encarga por eje de emitir informes para jueces tribunales acusados y victimas como psicología penitenciaria, la misma que va consolidando sus tareas de forma específica debe establecer sus límites y sus estados fronterizos con otras áreas psicológicas las cuales colaboran interdisciplinariamente.

   La psicología jurídica trata de una disciplina reconocida por asociaciones de todo el mundo entre las funciones del psicólogo jurídico se encuentran las evaluaciones y diagnósticos de las condiciones psicológicas de los actores psicológicos que son los penitenciarios; la misma que aplicada dentro del Derecho, es una disciplina que nos enseña a descubrir las conductas del participante dentro de un proceso legal y las razones por la que le conlleva a actuar demanera ilícita.

   A nivel teórico la psicología jurídica es un campo de observación interdisciplinario entre la psicología y el derecho, su importancia radica también por su significado estricto, refiriéndose esencialmente a las aportaciones que puede hacer a la psicología especialmente a la social, y por dar relativa atención a la conducta de la víctima y el victimario, argumentos que puede ser utilizado para la solución  de casos.

   En su dimensión política asume ampliamente un compromiso para estudiar los fenómenos psico-sociojuridicos que tienen la capacidad de cuestionar la mentalidad y las prácticas judiciales imperantes de nuestro sistema jurídico.[6]

 

   El diseño curricular en la psicología jurídica

 

  En el constructo del diseño  curricular, se imbrican diversos factores que deben ser tomados en cuenta, estos factores son: evolución de los métodos de enseñanza; evolución del contenido de la enseñanza; evolución de la teoría curricular y,  el factor del  cambio político y social, que acarrean consigo las interminables reformas curriculares que vienen cargadas de una amalgama matices políticos.

    En el estudio del vector histórico, es necesario hacer cortes en momentos, los cuales generan tiempos.

    Evolución histórica del diseño curricular.

   Para realizar el recorrido histórico del currículo, es menester en primera instancia, conocer un concepto aunque sucinto de Currículo, así, es una serie de acciones que se realizan en el laboratorio social llamado aula de clase, para el manejo adecuado del proceso de aprendizaje y enseñanza. El Currículo, no se puede desarraigar de la realidad histórica de la educación. Ya en los albores de las civilizaciones han existido ensayos bien definidos y porque no decir muy bien estructurados sobre las prácticas educativas. Cada una de las civilizaciones de proyección futura, aporto con su contingente: por citar algunos ejemplos, los chinos contribuyeron a la educación con la introducción del examen; los índicos su ceremonial religioso; los griegos su humanismo; los romanos su formación encíclica; los Judíos su instrucción talmúdica; la educación medieval puso en práctica el Trívium y Quadrivium; en fin, todas y cada una de las agrupaciones sociales, tienen su contribución a la historia del Currículo.

    David Hamilton y María Gibbons (1980), citados por StephemKemmis (1993), concluyen que el origen del término currículo, se remonta a las primeras décadas del Siglo XVII, de manera exacta en 1633 en la Universidad de Glasgow, en donde se incorporó el término al proceso de enseñanza-aprendizaje. Para ello tuvieron en cuenta dos de sus connotaciones históricas: disciplina y “ratio studiorum”. Disciplina, como característica de un orden estructural y “ratio studiorum” como característica de un esquema de estudios.

   En el desarrollo histórico del  currículo, es imprescindible abordar el tema del anclaje geopolítico que existe en su estructuración, la misma que está supeditada a intereses que se presentan en un momento determinado por el grupo de poder de un contexto geográfico determinado, acompañado de un entramado administrativo e imbricada sine qua non, la cultura.

   Definiciones del currículo

 

   En la actualidad, se presentan diferentes definiciones de currículo. En el presente trabajo de investigación se realizará una revisión prospectiva que amén de las ya realizadas en la evolución histórica del currículo, trata de las definiciones de finales del siglo pasado, hasta algunas concepciones de los albores del presente.

  En 1927, HarolRugg, se refería a los enfoques esenciales que debía tener el currículo, primero era determinar los objetivos a cumplir, seleccionar y organizar las actividades y materiales de enseñanza. En los años 1935, Caswell y Campell, al notar el estancamiento que tenía la educación, hablan ya de currículo como aquel conjunto de experiencias que va adquiriendo el estudiante, bajo la tutoría del profesor. Tyler, en 1949, manifiesta que son las experiencias en conjunto de los niños y que es la escuela quien debe asumir responsabilidades. En 1950, Caswell, afina el concepto de 1935 refiriéndose al mismo como todo aquello que acontece en la vida de un niño, en la vida de su país y de sus profesores. En 1958, Bestor, señala que es un programa compuesto de conocimientos verdaderos, válidos y esenciales, que se da en la escuela y sirve para desarrollar la mente con el entrenamiento de la inteligencia.

Continuando con las concepciones sobre currículo, en 1966, Inlow responsabiliza a la escuela, para que a través del conjunto de planificaciones, conduzcan el aprendizaje de los estudiantes. Un año después, Johnson, manifiesta que es el conjunto estructurado de objetivos de aprendizaje, que se aspira que los estudiantes alcancen. Para el año 1969, Foshay enfatiza sobre el currículo manifestando que son las experiencias del aprendiz en la escuela. De igual manera, Tabat en 1974 lo define como un plan para aprender, para que esto se dé, es necesario abordar tres caminos paralelos que son: seleccionar y ordenar contenidos, seleccionar las experiencias de aprendizaje y, diseñar planes para que esto se cumpla.

   El currículo es la concreción específica de un teoría pedagógica para volverla efectiva y asegurar el aprendizaje y el desarrollo de un grupo particular de alumnos para la cultura, época y comunidad de la que son parte. Es la manera práctica de aplicar una teoría pedagógica al aula, a la enseñanza, es el plan de acción específico que desarrolla el profesor con sus alumnos en el aula,  es un instrumento de apoyo imprescindible que el docente de cualquier nivel debe seguir para cumplir con los objetivos planteados dentro del proceso educativo el mismo que facilitará la enseñanza-aprendizaje, la cual está fundamentada en bases sólidas y principios definidos a cumplir objetivos claros y concretos fortaleciendo la formación educativa y el desarrollo integral de los estudiantes.

   Es necesario hacer  un alto en el camino,  para determinar la similitud que existen entre las definiciones escritas por los diversos autores, quienes de una u otra manera, ven al estudiante como el fin de la educación. En 1980, Nassif, pone de manifiesto que es el conjunto de experiencias programadas para la consecución de objetivos definidos y son los maestros los llamados a hacer cumplir dichos objetivos. Schubert, en 1986 es citado por Sacristán[7], el autor señala que las acepciones de currículo en ocasiones son parciales y contradictorias y se muestran sesgadas por algún planteamiento político, científico, filosófico o cultural. Un año posterior, Zabalza, lo infiere como el conjunto de supuestos de partida, de las metas a cumplir y los pasos que se deben dar para alcanzarlas. Año seguido, Gervilla, lanza la idea que es el plan general de conocimientos, vivencias y experiencias de los estudiantes en la escuela. Gimeno Sacristán, en 1988, citado por Navarro, R[8]. Hace ya una definición más pulcra, la cual es necesario resaltar “eslabón entre la cultura y la sociedad exterior a la escuela, entre el conocimiento y la cultura heredados y el aprendizaje de los alumnos, entre la teoría y la práctica posible, dadas unas determinadas condiciones”. Navarro, R, lleva al contexto de las definiciones a Lorenzo Delgado, quien en 1994, hace una síntesis del currículo, determinándolo como “la formalización de la teoría y la práctica educativa escolar”.

   Una definición bastante amplía y contextualizada es la que hacen en 2005, Darling-Hammond, “el currículo abarca las experiencias de aprendizaje y las metas que los profesores desean alcanzar en su planificación y desarrollo de la enseñanza- teniendo en cuenta las características de los estudiantes y del contexto de la enseñanza”.

   Entrando en el contexto educativo ecuatoriano[9], currículo se define como “el proceso de construcción del conocimiento. Orientado al desarrollo de un pensamiento lógico, crítico y creativo, a través del cumplimiento de los objetivos educativos, que se evidencian en el planteamiento de habilidades y conocimientos”.

   Sacristán[10] haciendo uso de la lógica y el empoderamiento del objeto del conocimiento, se encarga de clasificar al currículo desde la función social que cumple; el proyecto o plan educativo pretendido o real; la expresión formal y material del proyecto educativo; el campo práctico y; la actividad discursiva académica e investigadora.

   A la hora de establecer un criterio sobre el vector que debe seguir el currículo, resulta fácil encontrar posiciones antagónicas, ya que las mismas van en función de la filosofía, los intereses, tradiciones, costumbres, etc., de cada sistema educativo y su secularidad, de cada nivel o estructura escolar. Esto permite inferir que el currículo es una realidad a medias, abstracta y, que está en la vera del sistema educativo para el que fue diseñado y en el que se va a desglosar y volver a unificar.

   El currículo, por tanto sigue como ya se ha mencionado un vector sistémico y mantiene un engranaje diseñado de tal manera  que permite tener una visión holística, integral, concomitante una con otra, es una relación planificada y directa entre objetivos y oportunidades que llevan al fin deseado, el empoderamiento del objeto por parte de los estudiantes.

   El currículo, no se maneja solo, forma parte de un todo más amplio, de un campo interdisciplinar que se llama pedagogía, por tanto debe ser manejado desde el estudio del objeto a través de la investigación científica continua, ya que el conocimiento es infinito y la tarea por alcanzarlo es eterna.  Ampliando más  el abanico, se puede asegurar que el currículo no puede ceñirse tampoco, solo dentro de la parcela pedagógica, sino  que está subordinado a situaciones de orden político, financiero, administrativo, de supervisión, de producción de medios, de creación intelectual, de evaluación, los cuales  amén de ser autónomos e interdependientes alrededor de la pedagogía, están presentes en la construcción del currículo

   Sacristán (1995), permite visualizar ocho subsistemas que tienen relación directa con el currículo, siendo éstos: El ámbito de la actividad político-administrativa; de participación y control; la ordenación del sistema educativo; de producción de medios; de los ámbitos de creación cultural y científico; técnico-pedagógico; de innovación; práctico pedagógico. Estos mantienen una relación directa y a la vez las fuerzas de tensión de los mismos, puedes ser unas veces distintas, dependiendo del momento e interés social, religioso, económico y político del sistema educativo o país.

    Currículo y la  Educación

 

   La política educativa como concreción de la política general estatal, incorpora aspiraciones de una nación en términos del tipo de hombre y de sociedad que se desea alcanzar.

   La educación como proceso individual y social, educación permanente, el fundamento socio político y cultural de la educación y la conceptualización del currículo ofrecen el marco necesario para plantear y comprender la relación entre educación y currículo. 

   Las intencionalidades de la educación, en términos de los resultados que se pretende alcanzar en cuanto a la formación del ciudadano y el tipo de sociedad, se concretan mediante el currículo que actúa como un proceso operativo en el que entran en juego un conjunto de elemento, factores sociales, objetivos, recursos, los mismos que interactúan para alcanzar esas intencionalidades educativas.

   Esto implica que el currículo tiene como fin plasmar una determinada concepción educativa en términos de lo individual, lo social y lo cultural. Así mediante la planificación y ejecución del currículo se fortalece el logro del tipo de hombre y de sociedad que el grupo demanda del sistema educativo.

   Es fundamental al enfrentar la problemática del currículo, tener clara la concepción educativa que éste reflejará. Lo importante es que haya congruencia entre la concepción de educación y la de currículo que se manejan. Para ello es necesario que la educación se visualice como un triple proceso que implica: el desarrollo de la persona, la interrelación con el grupo social e incorporación de la cultura.

 

    El educador concentra su accionar cotidiano en la ejecución del currículo cuando ejerce cotidianamente la tarea de orientar los procesos de enseñanza aprendizaje, pues debe enmarcarse en los planteamientos generales de la política educativa que regulan el proceso educativo nacional.

 

   Es fundamental que el educador comprenda la estrecha relación que existe entre educación y currículo. El mismo que implica: Los fines de la educación- explícitos o implícitos- y las características sociales y culturales del contexto en que vive el alumno.

   La formación curricular y el currículo universitario

 

  La formación curricular y el currículo universitario es un conjunto armónico, articulado, ordenado dinámico y productivo de acciones docentes investigados y proyectivas que permitan entender la universidad como sistema abierto que produce, envía, recibe, interpreta y amplifica la información, con el fin de armonizar sus dimensiones axiológica y teleológica.

   El currículo así concebido constituye la formación en valores, métodos y principios de acción, según el estado del arte de cada disciplina o profesión y propende por la formación integral del estudiante, iluminado por la misión institucional y los objetivos que se haya planteado cada programa académico en particular.[11]

   Es importante recalcar que la formación curricular con el currículo universitario tienen que ir de la mano, porque, de ellos depende el éxito en la formación de los profesionales de las universidades especialmente para la que está dirigida la investigación, los mismos que deben fortalecer la capacitación, intervención y desarrollo social en su entorno.

   La universidad con la ayuda de cada uno de los integrantes es quien debe ofrecer propuestas, normas, y convenios para ofertar a la comunidad las competencias educativas y de formación profesional en todo campo.

  De acuerdo a Ferrer y Ferrares en su investigación en el año de 1995, describen que en décadas anteriores se consideraba a la estructura del currículo universitario como una serie de magistrales cursos, talleres, seminarios, coloquios, conferencias y trabajos al revisar las diferentes definiciones y acepciones de currículo universitario y la planificación de éste es algo restringido. Era el contenido de las materias que se tenía que enseñar.[12]

   La integración del currículo.

   En el proceso de enseñanza y aprendizaje, se presenta la construcción del currículo, como un todo aislado, cuando la situación pedagógica invita apegado a una lógica común, realizar un enlace entre todas las asignaturas que se imparten en el laboratorio social que es el aula; los docentes, tienen bajo su responsabilidad una gran carga que es la transformación del ser humano en positivo, preparar al sujeto para la vida. Desde los albores del presente siglo se puede evidenciar que la educación ha tomado un giro vertiginoso, se está preparando al ser humano para la competencia y el consumo, dejando de lado principios fundamentales que permitieron en su día que esta llamada civilización sea una agrupación social. Por ello la interrelación o integración del currículo debe manejarse desde una visión holística-humanista.

   Muchos piensan que esta idea es un invento de los años ochenta, cuando se propuso la integración del currículo, lo que no saben los teóricos del siglo veintiuno, es que esta premisa surgió a inicios del siglo pasado y que tenemos mucho por aprender, como por ejemplo aprender de los profesores del nivel inicial, en donde la integración del currículo, es una realidad que se vive a diario.

  Es necesario aclarar qué significa integración curricular o un currículo integrador, Beane, J. (2010)[13] cita “un currículo que fomente la integración de las experiencias, los conocimientos, la escuela y el mundo en general, el propio Yo y los intereses sociales, etc.”. Es indispensable también definir qué significa integración curricular, el mismo autor cita “se ocupa de mejorar las posibilidades de la integración personal y social mediante la organización del currículum en torno a problemas importantes, identificados de forma colaborativa por educadores y alumnos, sin tener en consideración la separación por asignaturas”.

   En la presente investigación se pretende seguir el hilo conductor de la integración curricular, para ello es ineludible no abordar el tema de las dimensiones de la integración del currículo, muchos tratadistas del currículo soslayan está responsabilidad, más para el estudio de un diseño curricular solvente y coherente, se aborda estas dimensiones manejadas desde la experticia de Beane, las mismas que se enunciaron en el párrafo anterior y aquí se les dará una interpretación más reflexiva y profunda.

   La integración de las experiencias.

   Las experiencias o requisitos previos, son los insumos que posee el sujeto permiten el empoderamiento del objeto en función de esos requisitos que han sido adquiridos en el transcurso de la vida del sujeto, estos requisitos previos, han coadyuvado a la adquisición de esquemas de significado que se construyen a partir de ellos, como la vida misma estos esquemas son dialecticos, fluidos y dinámicos que se organizan de una forma u otra para ocuparse del objeto de conocimiento nuevo a aprender. Sin la lírica de las palabras, se dice entonces que los requisitos previos o experiencias previas son el puente de enlace entre los esquemas de significado adquiridos y la organización de nuevas situaciones problemáticas que conllevan al conocimiento del objeto nuevo.

   La integración social

  La integración del Yo y el interés social, son claves a la hora de utilizar el nuevo objeto de conocimiento como instrumento para la resolución de problemas, como premisa a este análisis se debe manifestar que el fin de la escuela en una sociedad democrática como la ecuatoriana, es la de enseñar el objeto del conocimiento de manera común en un contexto determinado, a jóvenes de diversas características y procedencia. Esta integración que resulta anacrónica para muchos tratadistas de la pedagogía, no es tal si se utiliza en sentido común que el primero y último objetivo de la educación, es la transformación del ser humano en positivo.

   La integración de los conocimientos.

 

  Bene, J, (2010), cita “la integración de los conocimientos hace más significativo el conocimiento”, es fácil de entender que la integración de los conocimientos busca de alguna manera que el sujeto, aprenda el objeto que le va a servir para la vida, si una persona se le presenta una situación inesperada a resolver, esta no se detiene a pensar por separado en qué va a decir (lengua), cómo lo va a decir (retórica), qué tiempo tardará en solventar la situación (matemáticas), qué espacio va a necesitar  y si hace calor o frio (física), sino que es un conjunto que fluyen cuando los requisitos previos salen a la resolución de la situación que se presentó. Igual es la propuesta de integrar los conocimientos que sobre las ciencias jurídicas se tiene, con las ciencias de la conducta humana o psicología.

   La integración como diseño curricular

 

  Como se ha determinado, la integración del currículo aborda un enfoque considerados tabú para muchos, la integración del estudiante en el diseño del currículo, es decir cómo pueden los estudiantes formular temas que sean de interés real para ellos en un currículo que tiene cercada la parcela de la creatividad y la iniciativa, tomando en cuenta el principio de la educación democrática,  se acerca la integración como diseño curricular a la carrera de derecho de la Universidad Uniandes y se presenta una propuesta de diseño de syllabus de psicología jurídica.

   Modelo de docencia aplicado en el Derecho

   Docencia tradicional

  Jorge Witker expresa acerca de este modelo el cual tiene sus antecedentes en la edad media. Se justifica, por razones obvias, que los profesores de aquel tiempo fueron los únicos dueños del conocimiento, pues al no existir otras fuentes, los aprendices tenían que necesariamente recurrir a él. Ello daba lugar al autoritarismo derivado de la posición del dominio intelectual del profesor al alumno. De nadie es desconocido que en la actualidad todavía sigue vigente en buena medida este modelo, siguiendo para ello:

   Verticalismo. Las únicas relaciones que se dan en clase son jerárquicas en las que necesariamente existe una autoridad (del profesor) y un hábito de obediencia (llevado acabo por alumnos). Es natural que en este tipo de relación exista la confianza absoluta (basado claro está, en una falacia la de la autoridad precisamente) en la infalibilidad del profesor. Como es evidente esto lleva necesariamente a la imposibilidad de la gestación de un pensamiento crítico lo cual resulta paradójico si convenimos que precisamente, es la universidad el lugar en el que se admiten en la mesa del análisis todos los posibles puntos de vista.

   Autoritarismo. Derivado de lo anterior, podemos decir que en la celebración de una clase sólo el profesor tiene la voz y no lo alumnos; estos pueden participar solo cuando el profesor les otorgue el uso de la palabra.

   Verbalismo. El único recurso utilizado es la llamada “clase magistral” lo que el profesor ofrece es una exposición oral del tema a tratar sin tener en cuenta, en principio la participación activa de los alumnos.

    Intelectualismo. Se fija, como objetivo, que el alumno desarrolle el aspecto cognoscitivo que en Derecho se traduce en la mera acumulación de datos, es decir la repetición memorística; lo que se queda fuera es, según algunos, los aspectos valorados y de consciencia social.

   El método tradicional sigue aplicándose en un buen número de universidades y se ha convertido en un círculo vicioso, pues al no existir la carrera académica, los encargados de la enseñanza del Derecho hacen lo que vieron hacer en su carrera, no teniendo muchas veces, ningún otro parámetro que la admiración por un viejo maestro que solo aplicó (¿con éxito?) el método tradicional.

   Aunque parezca imposible aún existe la docencia tradicional en varios de los sectores, pero se subrayaría más en algunos docentes que son los que desean permanecer en un mundo tradicional, repetitivo, memorista y tedioso para el estudiante.

   Docencia tecnocrática

   Para Witker (y otros) este método está basado en la psicología conductista que considera que el aprendiz se va registrando en la medida que se observan ciertos cambios que experimentan los estudiantes en su conducta. Lo que se busca en este método es adiestrar a los estudiantes para que puedan describir y delimitar claro, preciso y unívocamente las conductas que de ellos expresan.

  Dicho en otras palabras, al alumno se le entrena para tener una determinada personalidad, la del abogado: el estudiante empieza la carrera con una determinada meta: ser transformado.Como si existiera un molde conductual, preciso y determinado al que debe aspirar si quiere pertenecer a la clase de los expertos en Derecho.

   Tiene una característica este modelo: la motivación, de ser buena o mala depende del éxito del estudiante en fortalecer y culminar y fortalecer exitosamente la carrera.

   Otra característica del método tecnocrático es la neutralidad respecto de los contenidos histórico sociales, valorativos y políticos. Se busca el adiestramiento y el dominio de la técnica sin dejar lugar a las observaciones o reflexiones ajenas a los objetivos planteados. Se considera que la misión de la universidad es lograr, exclusivamente que los alumnos terminen siendo expertos en su profesión lo demás queda fuera del alcance del proceso de la enseñanza.

    Docencia Crítica

   Según este modelo, la educación concibe el análisis de los aspectos contextuales del proceso enseñanza –aprendizaje. Aquí no se buscan las normas del “debe ser” de la enseñanza, ni se trata de alcanzar ideales propuestos, sino de abordar los problemas con la mayor objetividad posible con la correspondiente eliminación de los tradicionales roles de mando y obediencia. Según este modelo el proceso de la enseñanza trasciende el ámbito del salón de clase. Se trata de comprender los siguientes tres niveles:

    El social (analizando las causas políticas, sociales, económicas y culturales relacionadas con el problema); el escolar (haciendo análisis de las prácticas escolares tradicionales para detectar los posibles errores y promoviendo nuevas ideas); y finalmente el del aula (analizando y tratando de superar los roles del profesor y del alumno, enseñando y algo más que mera información y seleccionando adecuadamente los contenidos que se van a manejar). [14]

    El proceso de enseñanza y aprendizaje

    El principio y fin de la educación debe ser la transformación del ser humano en positivo, para esto, resulta ineludible la responsabilidad que los maestros deben adquirir a la hora de ejercer la docencia, en este proceso muy bien estructurado se solapan la enseñanza y el aprendizaje, para que se produzca una coherente imbricación cognitiva en los docentes, es preciso definir los tratamientos pedagógicos que a estos términos se les superpone, a pesar de lo polisémicos que puedan resultar y de la constante evolución que puedan tener.

    La educación es, ha sido y será, el pilar fundamental en la construcción de las sociedades, dependiendo de ¿qué sociedad queremos construir? ¿Cómo vamos a construir la sociedad?  ¿Cuándo empezar a construir una sociedad? y, ¿Para qué construir esasociedad?,  bajo estas interrogantes yace el principio que soslaya el derrumbamiento de una sociedad, es decir la educación.

   La definición que se pretenda hacer en torno a la educación, está supeditada al posicionamiento político, social, religioso y económico de la sociedad en donde se circunscribe la misma, así para la UNESCO[15], educación es “conjunto de actividades educativas realizadas en contextos diferentes (formal, no formal e informal) y destinadas a satisfacer las necesidades educativas básicas”.

    La educación es un proceso complejo, de corte histórico, social y cultural, que permite la transmisión de valores, conocimientos, principios, costumbres, hábitos, este proceso, permite la socialización de los sujetos y la continuación y el devenir cultural de la sociedad.

    Una de las definiciones más ambiciosas que se ha escrito es la de Emile Durkhein, (1902). Citado por Bohm, W. Schiefelbeir, E. (2006), “la finalidad de la educación no es el individuo y sus intereses. La educación es ante todo, el instrumento mediante el cual la sociedad regenera una y otra vez las condiciones de su propia existencia…”

   La enseñanza.

   Es uno de los términos más ambiguos en las ciencias de la pedagogía, el mismo etimológicamente, se deriva de las voces griegas in-signare, que significa poner signo o señalar, al enunciar esta definición arcaica y a la vez contemporánea, se trata de meter en parcela a  la enseñanza como la codificación y trasmisión de informaciones de parte del educador al educando, mediante la utilización de las mejores herramientas para la consecución del fin.

   La enseñanza definida por Navarro, R. (2011), es “una de las actividades más representativas de las funciones docentes del profesorado en su triple situación preactiva, interactiva y pos activa, por ello se constituye en uno de los núcleos básicos del contenido de la didáctica”

 

   La enseñanza tiene su descanso en el docente, quien se erige como el medio entre la educación y el sujeto a enseñar.

   El aprendizaje.

 

   Se constituye en la parte que no se puede obviar en el proceso de construcción del sujeto, en el constructo del campo semántico de la didáctica, resulta indispensable saber su origen y de las voces que procede, así, aprehéndere, significa coger, atrapar, es decir es la acción de adquirir, apropiarse, por medio del estudio del objeto.

    Fernández Huerta (1985), citado por Cantón Mayo, I. (2011)[16], destaca una serie de manifestaciones que vale la pena traer a contexto, “modificación o cambio duradero de la conducta; de las disposiciones o aptitudes individuales; que se manifiestan en el cambio, variación o extinción de respuestas o comportamientos; que se producen gracias a la práctica intencional y reforzada; de un contenido que puede ser reforzado

   El aprendizaje es la suma de pequeños depósitos de información que se va recabando a lo largo de la vida escolar y no escolar, que permite al sujeto, tener una mayor o menor riqueza cognitiva, lo que le otorga a su vez un amplio acervo cultural.

   Métodos de enseñanza

 

    Definición

 

   Los autores Beltrán J. y Bueno, J, (1995)[17], La palabra método es de una gran polivalencia semántica; se emplea en situaciones donde puede ser sustituida por sinónimos como: modo, forma, procedimiento, táctica, estrategia, técnica, medio, regla, orden sistema, proceso entre otras. Psicología de la Educación, p.481, Barcelona-España,

   La metodología de enseñanza son las distintas acciones del profesor que tiende a provocar determinadas tareas y modificaciones en los educandos en función del logro de los objetivos propuestos, es decir permite que el educador aplique diversos métodos de enseñanza para impartir los conocimientos.

 

   En este proceso interviene las miles de estrategias, técnicas y métodos que el docente utiliza para impartir la enseñanza-aprendizaje, de ellas depende la motivación que sienta el estudiante para emprender con ánimo y perseverancia en su formación académica, y el éxito para las instituciones en donde laboran.

 

  Ahora bien si se habla de la educación superior y el  Derecho como cualquier otra carrera es de gran responsabilidad y compromiso de todos los actores educativos utilicen adecuadamente los métodos de enseñanza y día a día, éstos se puedan innovar para no caer en la docencia tradicional.

 

Principios

    La enseñanza constituye un proceso intencional y sistemático que se rige por una serie de principios que a modo de orientaciones generales enmarcan el modelo didáctico empleado. Por tanto, entendemos por principios didácticos, aquellos ejes principales que han de caracterizar la intervención educativa (Coll, 1990).

-Principios didácticos universales.

 

    Estos principios didácticos varían en función del modelo teórico del que se parte y al que definen, no obstante y más allá de los mencionados modelos teóricos, parece que la mayoría de los teóricos del aprendizaje actual, defienden una serie de principios universales y que pueden identificarse en los siguientes:

    Objetivación: Según este principio se ha de enseñar aproximando el objeto de aprendizaje a lo concreto, a nociones próximas al estudiante. Desde este principio se entiende que el proceso de conocimiento consiste entre establecer un puente entre la realidad y el concepto.

   Realismo: En clara conexión con el anterior, el principio de realismo insiste en la importancia de facilitar en la medida de lo posible aprendizajes funcionales, esto es, aquellos aprendizajes que permiten al estudiante transferir lo aprendido a situaciones cotidianas, así como enlazar lo aprendido en un ámbito con otras áreas de conocimiento.

   Actividad mental del estudiante: A fin de lograr verdaderos y duraderos aprendizajes; aquellos que se caracterizan por la practicidad y la generalización de lo aprendido, es necesario generar en el contexto educativo una determinada actitud mental en el estudiante. El estudiante no se considera como un mero receptor pasivo de la información, sino que más bien es un organismo que selecciona, interpreta y genera información, por lo que potenciar una actividad mental en él se convierte en una de las tareas docentes más significativas.

 

   Consolidación del éxito y la ejecución: No obstante, para consolidar, y recordar lo aprendido, son necesarios también los procesos de memorización y repetición. Estos permiten lograr un buen resultado en el aprendizaje es importante tener en cuenta y planificar en la enseñanza acciones encaminadas a consolidar los aprendizajes anteriores.

 

    Adecuación al estudiante: La individualización de la enseñanza tiene que ver con la adecuación de los proceso de "instrucción "a las características singulares de los estudiantes, esto es, a las capacidades previamente adquiridas por ellos y los conocimientos previos que poseen. El principio de adecuación al estudiante no se circunscribe tan solo a estas condiciones peculiares del estudiante, sino que se extiende a todas aquellas características singulares que inciden de manera especial en el proceso de enseñanza – aprendizaje de un educando.[18]

 

-Otros principios de la enseñanza:

-Aprender mejor por decisión

-Aumentar la frecuencia de lo aprendido

-Buscar utilidad del conocimiento

-Innovar en el proceso

-Seguir los pasos de la enseñanza

-Practicar antes del olvido

-Estimular el aprendizaje

-Despertar el interés mutuo de enseñanza-aprendizaje

   Objetivos de los métodos de enseñanzas

  Los objetivos de los métodos de enseñanza se forjan en relación a lo que el docente se plantea durante cada intervención en el intercambio de conocimientos.

 

  El éxito del proceso de enseñanza - aprendizaje depende tanto de la correcta definición y determinación de sus objetivos y contenidos, como de los métodos que se aplican para alcanzar dichos objetivos.  Los objetivos que se ha trazado el hombre se alcanzan por medio de acciones u operaciones sistemáticas.

 

  La realización de estas acciones u operaciones presupone siempre reflexiones sobre su secuencia. Habitualmente, el objetivo propuesto no se logra mediante una sola operación, sino con un sistema de operaciones aún más complicado. [19]

   Se puede considerar los siguientes objetivos de la enseñanza:

-Determinar las metodologías de enseñanza.

-Establecer los indicadores motivacionales de participación del estudiante.

-Generar los espacios adecuados y agradables para los estudiantes.

-Fortalecer el interés del estudiante por la preparación académica.

-Cumplir con las metas establecidas antes durante y después de la finalización de la enseñanza.

   El diseño curricular de la Psicología Jurídica como asignatura universitaria

  Para construir o diseñar un programa académico, sea este de grado o posgrado en el campo de las ciencias jurídicas, es incuestionable insertar como asignatura la psicología jurídica, ya se ha revisado lo importante que es al momento de interpretar el pensamiento que llevó al acto de delinquir por parte del infractor.

   Por consiguiente es menester que el conocimiento del objeto se maneje de forma científica y pedagógica, con la inclusión en los programas de estudio de la psicología jurídica, y el diseño de ésta, sea desde el constructo interdisciplinar entre el psicólogo clínico y el docente de las ciencias jurídicas, para que el solapamiento de las dos ramas, tengan concomitancia y no se produzca el dislocamiento del vector que conduce al empoderamiento del objeto, desde la práctica fundamentada en la teoría.

Conclusiones.

La psicología es un campo nuevo dentro de las ciencias jurídicas, con el nombre de psicología jurídica, es preciso el diseñar planes y programas para esta asignatura en la academia superior, a fin que los estudiantes de grado y posgrado posean competencias básicas del componente teórico del comportamiento humano al momento de cometer un delito, el diseño curricular, la educación y sus formas de aprender a enseñar y enseñar a aprender, se constituyen en el sustento teórico al que se arrima la psicología jurídica para el empoderamiento del objeto de forma metacognitiva y su interpretación a la hora de acudir al tratamiento de los delitos y sus defensas.

[1] Clore, G y Collins, A., La estructura cognitiva de las emociones, España, Siglo XXI de España Editores, 1996

[2]MAGUIRE J. (2004). Understanding Psychology and Crime:Perspectives on Theory and Action

[3]Ovejero Bernal, A. (2009). FUNDAMENTOS DE PSICOLOGÍA JURÍDICA E INVESTIGACIÓN CRIMINAL

[4]M.Ovalle,M,Aravena, J, Duarte, 2005,Taller VI de la carrera de Psicología Jurídica

[5]Ibíden. , pág. 57.

[6]A. Ovejero,2009. Fundamentos de la Psicología Jurídica e investigación criminal, p .19 Salamanca-España 1ª Edición.

[7]SACRISTÁN, J. Gimeno. (1995). Op. Cit., pág. 16

[8]Navarro Rosario. (2011). DIDÁCTICA  Y CURRÍCULO PARA EL DESARROLLO PROFESIONAL DOCENTE, pág. 122

[9] Ministerio de Educación del Ecuador. (2011). Bases Pedagógicas del Diseño Curricular. Pág., 2

[10]Sacristán J, Gimeno. (2011). El currículum: Una reflexión sobre la práctica

[11]Cabrera, K, Gonzales, L, 2007, Currículo Universitario basado en la competencias, p.381, Barranquilla, Ediciones Uninorte.

[12]Malagón, L, (2007)  Currículo y pertinencia en la educación superior, p.158, Bogotá,  1ª Edición

[13]Beane, J, (2010). La Integración del Currículo. Madrid. Ediciones MORATA

[14] V.M. Rojas, (2002), La enseñanza del Derecho en la Universidad Iberoamericana, P.191-194, México, 1ª Edición.

[15]UNESCO, (2011). Informe de Seguimiento de la EPT en el Mundo. Glosario.

[16]Cantón Mayo, I. (2011). Diseño y Desarrollo del Currículo. Alianza editorial, Madrid.

[17]Beltrán, J y Bueno, J, (1995). Psicología de la Educación.

[18]Leighbody y Kidd, 2006, Métodos de enseñanza.

[19]Herrera Fuentes, J, 2011

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