Este contexto de confinamiento ha traído consigo cambios y transformaciones con respecto a la forma en que se transitaba por la vida. Estamos en una fase que promete ya terminar con este aislamiento, sin embargo, se sabe que aún existe un inminente riesgo de que continúe.

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Los viajes se posponen para más adelante, más eso no quiere decir que tenemos que parar y que no vamos a poder transitar por lugares que nos brindan y ofrecen cultura; al contrario, muchos de estos repositorios que albergan cultura milenaria han abiertos sus puertas para nosotros y dos dan acceso a una basta oferta cultural. Sí me refiero a los museos, definidos por el ICOM (Consejo Internacional de Museos, 2017), como una institución sin fines lucrativos, permanente, al servicio de la sociedad y de su desarrollo, abierta al público, que adquiere, conserva, investiga, comunica y expone el patrimonio material e inmaterial de la humanidad y su medio ambiente con fines de educación, estudio y recreo.

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Hoy, si bien es cierto algunos museos ya empiezan a abrir sus puertas con un aforo limitado y bajo estrictas normas de seguridad e higiene, aún se puede disfrutar de los recorridos virtuales que nos invitar a viajar de la clásica Roma al antiguo Egipto o incluso disfrutar del arte indígena en México enmarcado por obras expuestas en el Museo de Arte Indígena. Empecemos con este itacate cultural.

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Empecemos por el Museo Nacional del Virreinato, que abrió sus puertas desde 1964 y que tiene en su haber una colección basta en torno al período novohispano, además puedes conocer piezas del arte plumario que conllevan el sincretismo característico de la época fusionando el arte indígena con la fe religiosa de la época. Además, hay que recordar que el museo tiene por sede el ex colegio jesuita de Tepotzotlán y cuyo templo es una de las obras barrocas del siglo XVIII más importantes de nuestro país.

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