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Ansiedad ante la muerte: Una visión sociocultural desde la vejez y la juventud, estudio comparativo desarrollado en población del Valle de Toluca en enero de 2020
María del Carmen Cuevas Gómez (1)
Ricardo Robles Romero (2)
INTRODUCCIÓN
En el desarrollo de la vida de los seres humanos existen fenómenos importantes con gran carga emocional, tales como son el nacimiento y la muerte, ambos eventos están condicionados por factores socioculturales, biológicos, psicológicos e incluso espirituales; sin embargo, dichos eventos no son percibidos de la misma manera.
La muerte generalmente es percibida de manera negativa, considerada como el fin de un ciclo que nos predispone al dolor, a la tristeza y por supuesto a la pérdida, y por lo tanto es un tema difícil de abordar, como sociedad, no se está preparado para tratar temas inmersos en el sufrimiento. Como referencia Limonero (1997), “en nuestra sociedad occidental en la que a través de la publicidad y el consumo se fomenta el éxito, el poder, la gratificación inmediata y la eterna juventud, la muerte es un tema tabú como el dolor, la enfermedad, la pobreza y la discapacidad, lo que lleva a que sea disfrazada y escondida”.
Por lo tanto, como sociedad se vive rechazando la idea de la muerte, y a pesar de que la muerte constituye una experiencia universal, la forma en que las personas se relacionan con ella y aprenden a adaptarse a la consciencia en su propia finitud es particular y diversa (Lara y Osorio,2014), generando una amplia gama de actitudes y emociones de distinta intensidad. Entre las respuestas emocionales más frecuentes se encuentran la ansiedad, el miedo y la depresión (Sábado, Limonero, Templer y Gómez, 2014).
Este estudio comparativo de enfoque metodológico mixto cuantitativo/cualitativo, busca dar respuesta a dos principales interrogantes.
¿La ansiedad ante la muerte está presente tanto en adultos jóvenes como en adultos mayores?
¿Qué factores socioculturales influyen en la presencia o ausencia de ansiedad ante la muerte? Se aplicó la Escala de Ansiedad Ante la Muerte Templer, 1970 (EAAM), en dos grupos muestra, uno de adultos mayores, y otro de adultos jóvenes, además del desarrollo e implementación de dos preguntas dirigidas a indagar acerca de los factores socioculturales, dependiendo el tamizaje obtenido en la escala mencionada.
MARCO TEÓRICO
Donald Templer (citado en Miaja y Moral, 2011), define la ansiedad ante la muerte como una reacción emocional producida por la percepción de señales de peligro o amenazas hacia la propia existencia, ya sean éstas reales o imaginarias, las cuales pueden desencadenarse a raíz de estímulos ambientales, o internos de la persona, como pensamientos relacionados con la muerte propia o ajena. De igual forma, la ansiedad ante la muerte está íntimamente relacionada con la historia personal y cultural, aunado a nuestros estilos de afrontamiento ante las separaciones y el cambio.
Según la teoría de Ericsson (1963), como seres humanos es normal atravesar diferentes crisis durante el desarrollo de nuestro ciclo vital, mismas que pueden ayudarnos a superar o no los cambios que se presenten en cada etapa. En la adultez se suele vivir una de las crisis más importantes, relacionada con la evaluación personal de la vida, teniendo como resultado dos perspectivas: La aceptación de la vida que se ha tenido, lo cual ayuda a seguir en busca de motivaciones y lograr un sentido de integridad, desarrollando aquello que el autor denomina como “sabiduría”, misma que permite mayor aceptación de la muerte. Por otra parte, el desarrollo de un sentido de “desesperanza” ligado a una negación de la realidad y no aceptación de la muerte, percibiendo que no hay más motivaciones en su vida, generando entonces sentimientos de amargura y desesperación por aquello que no realizó.
De esta manera, la llegada a la adultez mayor pone a la persona ante un sinnúmero de cambios y pérdidas que repercuten de una u otra manera en la calidad de vida, su estabilidad emocional, y trae consigo la conciencia de saber que la muerte está cada vez más cerca. En la cultura occidental se evade con mayor frecuencia la temática, debido a que es considerada un tabú y se asocia con miedo a lo desconocido, al dolor y el sufrimiento, generando una negación permanente y colectiva, (Vilches, s.f.).
Es posible entonces, identificar que la percepción de la muerte en el adulto mayor está influenciada por innumerables factores, durante la vejez es común la vivencia de muertes de los círculos sociales, en los que el individuo se desarrolla, el cambio o abandono de roles tales como la jubilación, el síndrome del nido vacío, la presencia de enfermedades, e incluso duelos pendientes.
La etapa de la adultez joven da inicio alrededor de los 20 años y concluye cerca de los 40, en esta etapa del ciclo vital, se deben asumir diversas responsabilidades, lo que conlleva a la adquisición de nuevos roles, las tareas propias de la edad tienen que ver con el mundo social, pareja, cónyuge, familia, trabajo, amigos, religión, cultura, educación; dando lugar a la construcción y establecimiento de un estilo de vida, donde se organiza la vida de forma práctica y se plantean propósitos.
Los adultos jóvenes están abocados al término de sus tareas sociales, y se encuentran ansiosos por desarrollar sus planes de vida, para lo cual ya se encuentran capacitados. Su gran tarea es lograr la intimidad, para lo cual destinan una no menospreciable cantidad de su tiempo y energía. La muerte es algo lejano, asumido como algo inevitable, sin embargo, con una certeza inconsciente de que a uno jamás le va a pasar, comienza la carrera por la consecución de lo que uno pueda llegar a ser, y junto a quienes ame, construir una vida plena de satisfacción.
Para un individuo que se encuentra en esta etapa de la vida, la aparición de una enfermedad catastrófica se vivencia como algo muy frustrante y difícil de llevar, debido a la imposibilidad de conquistar las metas anheladas. Su trabajo no ha valido de nada y esta injusticia lo enfurece, es el paciente más conflictivo y el más lábil emocionalmente, a esto se suma la dificultad del personal, que por lo general tiene la misma edad que el paciente, para tratar asertivamente a un desahuciado de su mismo grupo etario. Estos adultos piensan de manera evasiva, rehúyen de la muerte, pues es un tema que no les agrada. (Isla, s.f.).
METODOLOGÍA
Estudio comparativo de enfoque metodológico mixto, cuantitativo/cualitativo, realizado en enero 2020 en población mexicana del Valle de Toluca.
Muestra
Se utilizaron dos muestras, la primera consistió en 10 adultos mayores pertenecientes a municipios del Valle de Toluca, 6 mujeres y 4 hombres de entre 60 a 78 años, con una media de edad 65. 3 para mujeres, y 65 para hombres.
La segunda muestra estuvo compuesta por 10 adultos jóvenes pertenecientes a municipios del Valle de Toluca, 4 mujeres y 6 hombres, de entre 21 a 34 años, con una media de edad de 25.5 para mujeres, y 23.5 para hombres.
Instrumento
El instrumento utilizado fue Escala de Ansiedad ante la Muerte, EAAM, (Templer, 1970; adaptada a sujetos mexicanos por Ledesma y Lena, 2010). Contiene 15 ítems con respuesta verdadero – falso, los puntajes se dividen en 4 niveles. (Tabla 1)
1° Nivel: No hay ansiedad <4
2° Nivel: 5-7 ansiedad leve
3° Nivel: 8-11 ansiedad moderada
4° Nivel: 12-15 ansiedad alta
Para fines de la investigación se redactaron dos preguntas adicionales a la escala (Tabla 2), las cuales se plantearon dependiendo el resultado que haya tenido cada participante, con la finalidad de ahondar más en los factores socio culturales que influyen en la presencia o no de ansiedad ante la muerte y lograr comparar si dichos factores tienen relación, o bien difieren entre los dos grupos muestra.
Tabla 1. Formato de Escala de Ansiedad Ante la muerte
Tabla 2.
Preguntas adicionales
La gráfica muestra los resultados de la aplicación de la escala de Ansiedad Ante la Muerte en el grupo de personas adultas mayores, de la cual se obtuvo que el 50% no tiene ansiedad ante la muerte, por otro lado, un 30% tiene Ansiedad Leve y un 20% más posee Ansiedad Moderada. Esto nos plantea que para la mitad de los participantes el tema de la muerte no es un elemento desencadenante para la ansiedad frente al tema de la muerte, ahora bien, nos encontramos que, a un menor número de participantes, el tema de la muerte si les genera ansiedad siendo leve y moderada.
La siguiente gráfica muestra los resultados de la aplicación de la escala de Ansiedad Ante la Muerte en el grupo de personas adultas jóvenes, obteniendo que el 50% tiene Ansiedad Leve, el 30% Ansiedad Alta y 20% Ansiedad Moderada. Lo anterior nos plantea que en general los adultos jóvenes poseen un grado de ansiedad ante a muerte con predominio de la ansiedad leve y con menor prevalencia para ansiedad moderada, esto nos brinda un panorama general de la situación en cuanto al tema de la ansiedad ante la muerte en los adultos jóvenes.
INTERPRETACIÓN
En los gráficos anteriores mostramos los resultados obtenidos de la aplicación de la EAAM Templer, en los grupos muestra. La ansiedad ante la muerte es una cuestión presente en la dinámica de vida de gran parte de los participantes, como lo fue en ambos grupos, muestra en mayor o menor prevalencia; sin embargo, en el grupo de personas adultas mayores encontramos que ningún participante resultó con un alto grado de ansiedad. En su mayoría se mostraron sin ansiedad, se identificó a dos personas con ansiedad moderada y tres con ansiedad leve. En cuanto al grupo de adultos jóvenes se obtuvo un mayor número de ansiedad, conformado por tres participantes con alto grado de ansiedad, seguido de dos con ansiedad moderada y cinco personas con ansiedad leve, aquí se puede observar que el nivel de ansiedad ante la muerte ha sido más frecuente en mayor o menor nivel respectivamente, por lo tanto, los resultados indican que el grupo de adultos jóvenes es quien estadísticamente presenta mayor grado de ansiedad ante la muerte. Los factores que influyen se detallan a continuación.
Factores socioculturales que influyen en el grupo muestra de adultos mayores
Un factor importante referido por los participantes que no presentan ansiedad ante la muerte es el fuerte apego a la religión, lo cual les hace sentirse en paz con Dios, y por tanto disminuir el temor acerca de lo que pasará una vez que su vida termina, pues tienen la certeza de que hay un lugar en donde podrán encontrarse nuevamente con sus familiares que han fallecido antes, para lo cual, deben obrar bien en vida. Es importante observar la coincidencia en esta respuesta, indagando con el porqué de esta creencia fue referido como un mensaje que con frecuencia les es manejado cuando asisten a ceremonias religiosas, y tienen la certeza de que mantenerse involucrados en este tipo de ceremonias le asegura un lugar al lado de Dios. Se observó también que las prácticas espirituales, no relacionadas a la religión, tienen una influencia importante para no generar ansiedad ante la muerte.
Para la ansiedad leve, los factores que intervienen están relacionados con el mantenimiento de una vida activa, en la que otras actividades cobran más relevancia que los pensamientos ligados a la muerte, por otra parte, la reflexión del tema de la muerte está asociada al fallecimiento de familiares o amigos contemporáneos. Para la ansiedad moderada, el factor desencadenante se asocia a la idea de tener alguna enfermedad incapacitante, que requiera de una atención médica por tiempo indeterminado, además del cuidado y asistencia, y del hecho que la muerte de una persona supone un gasto económico que debe ser solventado para la realización de los rituales funerarios.
Factores socioculturales que influyen en el grupo muestra de adultos jóvenes
Los participantes con ansiedad leve, son conscientes de que la muerte puede ocurrir en cualquier momento del ciclo vital, su ansiedad no está encaminada a la muerte, pero sí a la incertidumbre de qué sigue luego de morir, principalmente porque les es complicado llevar a cabo una práctica religiosa, a pesar de haber crecido en familias donde profesan la religión católica, sin embargo, no se sienten cómodos practicando las tradiciones de esa religión, este aspecto les genera incertidumbre, de que quizá el hecho de no llevar una vida religiosa tan apegada, no puedan acceder a los beneficios que la iglesia desde siempre ha planteado una vez que la muerte llega.
Los participantes con ansiedad moderada, relataron su experiencia de cómo en estos últimos meses, ha identificado que el tema de la muerte se ha hecho cada vez más presente en sus vidas, bajo cuatro principales aspectos socioculturales, en primer instancia la actual situación social – cultural del mundo, debido a sus problemáticas internacionales de los últimos meses, aunado a la fuerte influencia que las redes sociales han dado lugar a un considerable grado de preocupación, por las diversas teorías planteadas en diversos medios de comunicación, por una posible tercera guerra mundial. El segundo aspecto que contribuye a generar ansiedad moderada se relaciona con el miedo de la muerte propia, no tanto por el hecho de morir, pero si por dejar a su familia desprotegida económicamente y con carencia de afecto. El tercer aspecto se relaciona con la enfermedad de algún familiar, debido a la incertidumbre del progreso y deterioro paulatino de la funcionalidad. El cuarto aspecto se relaciona al temor de que algo malo les suceda y por lo tanto no pueda concluir sus planes a futuro, ya que por ser jóvenes aún hay muchos planes y proyectos por iniciar o por concluir.
Por último, los participantes que presentaron ansiedad alta mencionan que su ansiedad está altamente influenciada por la situación actual de inseguridad, al ser estudiante y mujer se está frecuentemente expuesto todos los días a riesgos en diferentes lugares, y constantemente poseen la sensación de estar en peligro, por consecuencia refiere que todos los días está presente el temor de ser una víctima más y morir.
CONCLUSIONES
En los resultados obtenidos en el estudio, tras la aplicación de la EAAM Templer, pudimos identificar, contrario a nuestra primera intuición, que la ansiedad ante la muerte está presente en ambos grupos de participantes, en mayor o menor proporción, en el caso de las personas adultas mayores, se pudo apreciar un menor nivel de ansiedad ante la muerte, en gran parte de los integrantes de esta muestra, frente a una mínima presencia de ansiedad leve a moderada, en cambio, para el grupo de personas adultas jóvenes, hubo un considerable predominio en cuanto al nivel de ansiedad, todos los participantes obtuvieron un nivel de ansiedad, sin excepción, no obstante hubo mayor predominio con el 2do nivel de resultados en la escala, esto equivale a ansiedad leve. En ese marco de interpretación es importante destacar el trasfondo sociocultural inmerso en la presencia de ansiedad, ante la muerte en los dos grupos de participantes.
Un factor sociocultural que cobra importante relevancia es la religión y las prácticas espirituales, determinando la forma en que los participantes asumen la idea de la muerte, e incluso la misma religión puede ser concebida como un factor que de pauta a la ansiedad, argumentando la creencia de un castigo divino al no cumplir con las normas establecidas, y por lo tanto, no poder acceder a lo prometido por Dios.
La muerte de los contemporáneos, suele ser un factor que predispone a las personas adultas mayores, a sentir la muerte cada vez más próxima, socialmente se ha inculcado la idea de que la vejez, es la antesala a la muerte, sin embargo, la población más joven, cada vez es más consciente de que la muerte no respeta circunstancia ni edades.
La inseguridad que hoy en día nos rodea, ha sido otro factor que influye en el nivel de ansiedad ante la muerte, la incertidumbre de sentirse en peligro constante nos orilla como sociedad a sentirnos más vulnerables, y por ende tener niveles más altos de ansiedad ante la muerte, haciendo hincapié que dicha preocupación es más prevalente en adultos jóvenes, y específicamente en mujeres, además la considerable influencia de los medios de comunicación digital y tradicional.
En conclusión, la ansiedad ante la muerte es un tema muy extenso, que sin duda debe seguir explorándose debido a sus múltiples vertientes de investigación, nos queda claro que ésta investigación puede ser el antecedente a una de mayor magnitud, así mismo se deja abierta la opción de integrar más grupos de edad y enriquecer de esta manera el análisis comparativo.
(1) Instituto Superior Profesional de Toluca. Maestría en Tanatología
(2) Instituto Superior Profesional de Toluca. Maestría en Tanatología
Fuentes consultadas
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