¿Cuántos de nosotros no necesitamos silencio para poder realizar nuestras labores académicas?
Muchas veces del silencio viene la concentración y aunque pongamos música siempre buscamos que la paz que nos regala el silencio reine en nuestra área de trabajo.
Si te sentiste identificado con lo anterior tal vez discrepes con el escritor inglés Charles Dickens, quien parece ser que prescindió del ruido como un compañero de trabajo. Según palabras de su cuñado Burntt:
"Una tarde en Doughty Street, la señora Dickens, mi esposa y yo estábamos charlando de lo divino y lo humano al amor de la lumbre, cuando de repente apareció Dickens. “¿Cómo, vosotros aquí?”, exclamó. “Estupendo, ahora mismo me traigo el trabajo”. Poco después reapareció con el manuscrito de Oliver Twist; luego sin dejar de hablar se sentó a una mesita, nos rogó que siguiéramos con nuestra charla y reanudó la escritura, muy de prisa. De vez en cuando intervenía él también en nuestras bromas, pero sin dejar de mover la pluma. Luego volvía a sus papeles, con la lengua apretada entre los labios y las cejas trepidantes, atrapado en medio de los personajes que estaba describiendo…" (saraespana, 2014).
Ahora lo llamaríamos multitasking, pero es casi antinatural pensar que un escritor busque y disfrute de una tumultuosa y ruidosa compañía en lugar de un sepulcral silencio; pero eso está cambiando cada vez más con la llegada del podcast y las listas de reproducciones en aplicaciones de música que muchos usan no solo para actividades académicas, escolares y creativas, también para tareas cotidianas y monótonas.
Referencias
saraespana (2014). Diez curiosidades literarias. En The Yelow Labyrinth. Disponible en: https://theyellowlabyrinth.wordpress.com/2014/02/27/diez-curiosidades-literarias/ El 20 de abril de 2022
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