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La imaginación y la creatividad, elementos imprescindibles en la formación profesional

Actualizado: 9 ago


 

En cualquier área del conocimiento o de las artes que quieras destacar, llámese administrativas, deportivas, ingenierías, científicas, naturales, sociales o artísticas, es importante considerar ser creativo e imaginativo para tener éxito al aplicarlas en un ámbito laboral, pero, ¿a qué hacen referencia ambos términos?


 

Para empezar, la creatividad es la capacidad de generar ideas originales, novedosas y valiosas. Es la habilidad de pensar de forma no convencional, romper patrones establecidos y encontrar soluciones originales a los desafíos que se presentan. 


Por lo que es interesante saber que desde la niñez el juego es importante para desarrollar habilidades, destrezas y por consecuencia la creatividad. Desde el primer año de vida de los seres humanos, los pensamientos son concretos, están asociados a nuestros sentidos y a los objetos que vemos y tocamos. El psicólogo cognitivo Jean Piaget (1969), en su libro Psicología del niño, lo describió como “pensamiento sensioromotor, ya que tocamos los objetos con las manos y los exploramos a través de todos nuestros sentidos; los observamos, tocamos, olemos, escuchamos para más adelante lanzarlos, tirarlos e iniciar con revolverlos o buscar diferentes formas de usarlos”. Este sería el principio para generar ideas nuevas y originales. Cuanto más nos dediquemos a estimular nuestra creatividad, más fácil será encontrar soluciones innovadoras en cualquier aspecto de nuestra vida.


Como otro aspecto importante tenemos a la imaginación, semejante a la creatividad, pero no igual. La imaginación “es nuestra capacidad de producir imágenes mentales, ideas, pensamientos e incluso sentimientos que no existen en la realidad y que no están disponibles a nuestros sentidos, mientras que la creatividad es el proceso de transformar la imaginación en realidad” (Bicaalú, 2023).


También se describe como la formación de experiencias en la mente, que pueden ser recreaciones de experiencias pasadas, como recuerdos vividos con cambios imaginados, o pueden ser escenas completamente inventadas y posiblemente fantásticas. Es fundamental para integrar la experiencia y el proceso de aprendizaje. Por ejemplo, en la asignatura de literatura cuando se lee, el lector va imaginando lo que dice el texto, por esta razón se debe ser lector desde la infancia, que un adulto lea cuentos al pequeño, lo clásico de “cuéntame un cuento para que me duerma”.


Los niños pueden participar en la creación de alternativas imaginativas a la realidad desde sus primeros años, por lo que es importante evitar tenerlos frente a una pantalla desde pequeños, para que éstos aparatos no coarten tanto su creatividad como su imaginación.


Algunos jóvenes o adolescentes, pasan muchas horas en su teléfono o en sus redes sociales, como consecuencia, les cuesta trabajo comprender o imaginar lo que dice un texto, sea cuento, novela, poesía u obra de teatro, incluso en la actualidad, es más complicado que les llame la atención leer y comprender para con base en ello analizar el texto y posteriormente redactar. Por lo que se sugiere realizar la lectura de comprensión desde temprana edad para evitar dichos problemas en la adolescencia y edad adulta, en cualquier ámbito de nuestra vida o si queremos ser una persona creativa con mentalidad abierta, curiosa y flexible.


Se puede observar que en todas las áreas del conocimiento se hace uso de la creatividad e imaginación, por ejemplo: en las artes plásticas para pintar sus cuadros, desde las herramientas que usan para crear algo nuevo, en gastronomía para decorar sus platillos, en ingeniería al armar sus robots, en psicología para aplicar algunos juegos o usar determinados juguetes con los niños, en la docencia para compartir el conocimiento con los alumnos, en diseño para crear lo que quieran, etc.


Es interesante entender que el juego imaginativo o creativo es importante en todos los aspectos, desarrollo y etapas de las personas, demostrando que cuanto más rico sea el juego de un niño, más rico será su pensamiento en el futuro. Porque existe una conexión entre el juego creativo en la infancia y la originalidad, la espontaneidad, la riqueza de vocabulario y una mayor flexibilidad para hacer frente a nuevas situaciones en la edad adulta.



 

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