El primer registro forense data de 1248, escrito en China durante la dinastía Song por Song Ci. Se trata de un libro traducido como El Lavado de males, en el cual se aconsejaba entre otras cosas como distinguir entre un ahogamiento y la estrangulación; así como aspectos para diferenciar si la muerte había sido un homicidio, un suicidio o un accidente.
En 1840 se tiene el primer caso documentado en donde un tribunal solicita un estudio forense toxicológico para la resolución del caso conocido como Lafarge, quien fue acusada de envenenar a su marido con arsénico. El análisis postmortem evidenció la presencia de dicho elemento en diferentes órganos.
El objetivo de esta ciencia consiste en la investigación de un suceso basándose en las pruebas recogidas, para poder llegar a la “verdad” de los acontecimientos acaecidos.
En 1891 se publica Investigaciones criminales del profesor y magistrado Hans Gross, siendo la primera obra donde se describe cómo se debe proceder en la utilización de las pruebas físicas para la resolución de un crimen.
El estudio en ciencias forenses es una formación científica interdisciplinaria compleja, que además del propio estudio de la ciencia forense incluye el estudio de otras ciencias como: la física, la biología, la química; además de un componente de humanidades -derecho penal, criminología- e ingeniería -imágenes-.
Referencias:
García Góngora, J. M. (2014). Introducción a las ciencias forenses. Universidad Oberta de Catalunya. http://openaccess.uoc.edu/webapps/o2/bitstream/10609/77605/2/Criminal%C3%ADstica_M%C3%B3dulo%201_Introducci%C3%B3n%20a%20las%20ciencias%20forenses.pdf